El Juez de Paz del municipio: Un pilar fundamental de la comunidad
- apeveeditor
- hace 3 días
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JOSÉ MARÍA GARCÍA CARRASCO
En un municipio donde no existen Juzgados de Primera Instancia, la figura del Juez de Paz cobra una relevancia inigualable. Aunque su trabajo no es remunerado, el servicio que presta a los vecinos es esencial para el bienestar comunitario. Este magistrado se convierte en un mediador clave en los pequeños conflictos que pueden surgir entre los habitantes, siempre con la intención de evitar que las disputas escalonen y busquen soluciones amistosas.

Una de las funciones primordiales del Juez de Paz es registrar todos los nacimientos que ocurren dentro del municipio, así como aquellos que suceden fuera del mismo, siempre que los padres estén empadronados en la localidad. Este registro no solo es un trámite administrativo; representa la celebración de nuevas vidas y un vínculo con la comunidad.
Además, el Juez de Paz realiza ceremonias de bodas civiles de manera completamente gratuita. Esta función no solo permite a las parejas formalizar su unión, sino que también refuerza los lazos sociales dentro del municipio. A pesar de la naturaleza gratuita de estos actos, el sentido de solemnidad y compromiso que se les otorga es invaluable.
Otro aspecto crucial de la labor del Juez de Paz es su responsabilidad en el registro de defunciones. A él le corresponde otorgar las licencias necesarias tanto para el enterramiento como para la incineración, asegurando que estos procedimientos se realicen con el respeto y la dignidad que merecen los fallecidos y sus familias.
El Juez de Paz también emite certificados que acreditan cualquiera de estas funciones, lo que implica un papel administrativo importante, pero más que eso, representa la confianza que la comunidad deposita en su figura. Su dedicación y compromiso contribuyen a forjar un ambiente de colaboración y apoyo mutuo entre los vecinos.
En resumen, el Juez de Paz no solo cumple con funciones administrativas y legales, sino que se erige como un verdadero colaborador y ayudante de la comunidad. Su función es un recordatorio constante de la importancia de la mediación, el respeto y la cohesión social en un mundo donde a menudo los conflictos pueden parecer insuperables. Su labor, aunque silenciosa y poco reconocida, es un pilar fundamental en la vida de cada municipio.
Yo, Jose Maria García Carrasco, vengo ejerciendo como Juez de Paz Titular, mas de 20 años, en legislaturas cuatrimestrales, pues bien, me vence esta ultima y ya he solicitado al Ayuntamiento de Boadilla del Monte que me proponga de nuevo ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid que es quien realiza el nombramiento.



